Comienzas levantando la pierna izquierda un paso adelante mientras mantienes la pierna derecha hacia atrás. Continuamente, y poco a poco, vas levantando la pierna derecha para dejar la izquierda atrás. Así una y otra vez hasta llegar a tu destino. En el camino puedes encontrarte con dificultades, tienes que pensar y concentrarte en el modo correcto sobre el paso que vas a dar. Pensar en que si la cuerda está bien tendida puedes dar el paso sin complicaciones, pero si a la cuerda le cuesta soportar tu peso has de saber cómo levantar dicha pierna para dejar la otra atrás. La posición de las manos es importante, ya que será el que dicte el equilibrio existente entre la cuerda y tu peso. El cómo actuar ante dichos pasos para llegar a donde quieres ir, la paciencia existente para poder conseguirlo.
Cada paso ha de ser mínimamente calculado, pensando siempre en el final. Pensar en la sensación que tendrás al final de tu camino, en la relajación que sentirás cuando todo haya terminado. Una vez allí, tan solo tú te darás cuenta de lo que has conseguido durante todo el recorrido. Satisfacción de saber que cada paso que has dado no ha sido en vano, que aunque hayas dejado cosas atrás sin terminar, existen otras que llegarán a su fin. Por el camino has ido aprendiendo a mantener el equilibrio, a no desviarte para no caer al vacío. Una vez que la pierna izquierda esté delante y la derecha atrás será cuando puedas asentarte en tierra firme y saber que todo ese camino difícil terminó consiguiendo poder encontrar lo que realmente deseas.
Se despide con un pequeño anhelo,
Freinett







